Desde esta primavera, Becogalia cuenta en su catálogo con un nuevo vino, el Proencia Joven.
Se trata de un vino de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, de la subzona Amandi, elaborado con uvas 100% mencía procedentes de unas cepas de hasta 70 años de antigüedad y de una vendimia manual muy especial, de la conocida como “viticultura heroica” que se practica en viñedos situados en terrazas imposibles.
El Proencia Joven tiene un color rojo cereza con tonalidades rosáceas. En nariz aporta notas de grosella ácida muy fresca, fina y profunda, con notas minerales; y en boca tiene una entrada suave y agradable, con una acidad fresca y un regusto persistente a fruta. Es un vino con una graduación del 13% perfecto para acompañar todo tipo de carnes, tanto asadas como a la brasa. Y ofrece también un perfecto maridaje con embutidos y queso curado.
El mencía Proencia nace de las fuertes pendientes abancaladas tan típicas de la zona de Amandi. Allí, una vez recolectada la uva de forma manual, ésta pasa por una maceración corta con fermentación alcohólica a temperatura controlada y una posterior fermentación maloláctica espontánea antes de ser clarificada, filtrada y estabilizada para finalmente ser embotellada.
Detrás del Proencia Joven y al frente de la bodega Proencia, de cuarta generación, está Tomás Arias Fernández, un hombre ligado al vino desde muy pequeño, y que hace más de 20 años decidió empezar a comercializar un producto que sus abuelos y padres generaron, durante años, únicamente para consumo propio.
Para hacer realidad su sueño de que otros pudiesen disfrutar del maravilloso vino que producía su familia, Tomás creó una bodega pequeña, con etiquetado exclusivo de viñedos y recolecta propia. Esta empresa familiar, aplicando unos procesos a los que dedica la máxima atención y mimo, produce entre 20.000 y 25.000 botellas de mencía al año, de un vino que ha sido merecedor de múltiples reconocimientos.
Tomás le puso a su bodega el nombre de Proencia en honor a la ciudad romana que allí se ubicaba. Aunque las excavaciones arqueológicas tardaron tiempo en realizarse y demostrar su existencia, los lugareños siempre lo tuvieron claro. Durante años encontraron restos de edificaciones en sus zonas de cultivos y sabían que siglos atrás, allí había habido un asentamiento. Y no solo eso. Sabían, además, que allí se elaboraba vino para el Impero Romano.
Y así fue como de la Proencia romana nació la Proencia de Tomás, una bodega familiar que produce un vino de alta calidad. Lo hace con el asesoramiento del enólogo Luis Buitrón, compaginando tradición e innovación, respetando el medio ambiente y mimando cada una de sus vides situadas en las riberas de Doade y Amandi, en la subzona de Amandi, posiblemente el lugar más escarpado de la Ribeira Sacra.
Con sede en parroquia de Proendos, en el ayuntamiento de Sober, la bodega Proencia posee el sello SICTED de calidad turística, y no solo se dedica a la venta de vino de producción propia. En sus instalaciones, los amantes del vino, turistas o visitantes pueden encontrar múltiples ofertas de actividades con las que vivir toda una experiencia enológica. Visitas guiadas por la bodega o la zona de plantación, catas de sus vinos y degustaciones de productos de la zona o eventos en pleno cañón del Sil son algunas de sus propuestas.
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