Cómo elaborar la carta de vinos perfecta

Habrá quien piense que la carta de vinos de un bar o restaurante es solo una herramienta para dar a conocer a los clientes los vinos que ofrece. En Becogalia creemos – estamos convencidos – de que es algo que va mucho más allá, convirtiéndose en el complemento esencial del restaurante que aporta valor al menú, da prestigio al negocio y mejora la imagen que los clientes se llevan del servicio ofrecido.

Todo esto, claro está, siempre que se ofrezca una carta de vinos cuidada, elaborada con inteligencia y mimo, partiendo de la base de que será un reflejo de nuestro negocio, de la personalidad de nuestro bar o restaurante.

Cuidar una carta de vinos significa cuidar al cliente, y todos sabemos que cuidar al cliente no solo aporta valor cualitativamente, sino también cuantitativamente. Un cliente satisfecho vuelve, repite y recomienda.

No es necesario tener cientos de vinos ni los vinos más caros, sino tener una buena selección, elegida en base a nuestro local, nuestras posibilidades y nuestra clientela. No es algo difícil, pero exige tiempo y ciertos conocimientos. Tranquilos, aquí estamos para ayudaros.

 

ASPECTOS A TENER EN CUENTA ANTES DE DISEÑAR LA CARTA DE VINOS

1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA. El lugar donde se ubique nuestro restaurante será un elemento clave a la hora de decidir qué vinos ofrecer. No es lo mismo estar cerca del mar que en la montaña, en el centro de la ciudad o en la plaza de un pequeño pueblo, en una zona turística o en un punto poco visitado… es algo que conviene relacionar.

2. OFERTA GASTRONÓMICA. La carta de vinos deberá estar en consonancia con los productos que ofrecemos en nuestro menú. Aunque siempre habrá opciones para todos los gustos, en un restaurante de carnes, los tintos serán los reyes; y los blancos en uno de mariscos y pescados. Si el restaurante está especializado en comida de algún país o región, deberá contar con vinos de ese lugar.

3. PRECIO. El precio de los vinos que ofrezcamos deberá ser acorde a nuestra oferta gastronómica, complementándola pero sin quitarle protagonismo. Deberá tener en cuenta también el perfil (la capacidad económica) de nuestra clientela y todo -cómo no- sin perder de vista la rentabilidad del negocio.

4. CAPACIDAD DE ALMACENAJE Y DE ROTACIÓN. Saber cuánto vino podemos almacenar en nuestras instalaciones y la capacidad que tenemos para ir sacándolo sin que se eche a perder o quede desactualizado es imprescindible para diseñar una buena carta de vinos. No es necesario tener muchísimas referencias, sobre todo cuando no podemos ni almacenarlas ni venderlas.

 

CÓMO DISEÑAR Y ESTRUCTURAR LA CARTA DE VINOS

En España, la mayoría de cartas de vinos en los restaurantes se diseñan en base a la misma estructura, de la que no conviene alejarse demasiado.

La primera división está relacionada con el color de la uva: blancos, rosados, tintos. Dentro de cada una de esas divisiones, se agrupan por denominación de origen o zona de producción, y por bodegas si contamos con varios vinos de una misma bodega. Esas listas generadas van de los vinos más suaves a los más fuertes o con mayor cantidad de alcohol o crianza. Y ya por último, después de haber tenido en cuenta todas esas estructuras, el último orden sería en base al precio, siempre de menor a mayor.

La verdad es que podría parecer un poco complicado, pero nada más lejos de la realidad. Os lo esquematizamos para que resulte más sencillo:

1. COLOR. Dividir los vinos por el color de la uva: blancos, rosados, tintos

2. DENOMINACIÓN DE ORIGEN O ZONA DE PRODUCCIÓN.

3. BODEGA. En el caso de que tengamos varios vinos del mismo tipo y la misma bodega.

4. INTENSIDAD. De menos a más: blancos jóvenes, blancos criados o de barrica, tintos jóvenes, tintos robles, crianza, reserva, gran reserva.

5. PRECIO. Siempre de menor a mayor.

Hay quien, además de poner la lista de vinos, ofrece un extra de información básica de cada una de las referencias. No es algo que recomendemos (tiende a saturar al cliente a la hora de la elección y en Becogalia apostamos por la figura del sumiller o del personal formado para ofrecer este tipo de explicaciones), pero en el caso de querer hacerlo, los datos que convendría incluir serían: tipo de vino, denominación de origen, nombre del vino, nombre de la bodega, crianza, añada, tipo de uva, precio de la copa y precio de la botella.

BECOGALIA TE ACONSEJA

¿Te has hecho una idea ya de cómo elaborar la carta de vinos perfecta? Seguro que si no lo tienes todo claro, al menos sabes cómo empezar enfocar esta tarea tan importante para tu negocio. El que hayas llegado hasta aquí significa que quieres lo mejor para tu restaurante. Ya has dado el primer paso… ahora solo te queda seguir caminando en la dirección correcta.

PIENSA EN CALIDAD ANTES QUE EN CANTIDAD
Como en muchas otras cosas, a la hora de elaborar una carta de vinos, es conveniente pensar antes en calidad que en cantidad. No seremos mejores que la competencia por tener un mayor número de referencias en nuestra carta, o por tener las más caras; pero sí destacaremos por tener una mejor selección de vinos, acorde a nuestro negocio, nuestro menú y nuestro cliente.

CUENTA CON PERSONAL FORMADO O FORMA A TU PERSONAL
Lo ideal para un restaurante que quiera destacar por su oferta de vinos es contar con un sumiller, con una persona que se ocupe de la selección de referencias, de la elección de las mismas en base al menú, de su negociado y compra y, sobre todo, de defender los vinos de la carta ante los clientes. En el caso de que no sea posible tener a un sumiller en plantilla, es conveniente formar a la plantilla del negocio para que pueda trasmitir a la clientela los detalles más importantes de cada vino y aconsejarles en caso de que así lo deseen.

EL FONDO EN LA MEJOR DE LAS FORMAS
De poco o nada vale tener los mejores vinos en nuestra carta si a la hora de almacenarlos y servirlos no logramos acertar. No solo hay que contar con lugares adecuados para guardar el vino (armarios climatizados, botelleros, cámaras frigoríficas…) sino también tener la vajilla (especializada) y útiles que requiere cada vino, tanto para abrir como para servir. Cada vino requiere su copa y servirlo en una diferente no hará sino perjudicar el resultado final.

Y EL ÚLTIMO DE LOS CONSEJOS ES… ¡DÉJATE ACONSEJAR!
Si después de todos estos consejos aún te has quedado con dudas… ¡No lo dudes! ¡Pídenos consejo! En Becogalia estamos para ayudarte en todo lo que necesites. Sabemos de vino, tenemos a expertos en vino y -posiblemente también- los productos que más se ajusten a tu negocio. Llámanos, cuéntanos cómo es tu restaurante, tu clientela, tu presupuesto… y te ofreceremos las mejores opciones para que puedas elaborar una carta de vinos única.

 

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