Carnes gallegas: otro nivel

“La calidad nunca es un accidente, siempre es el
resultado de un esfuerzo de la inteligencia” (John Ruskin)

En el origen está el secreto, dicen los expertos, y no les vamos a quitar la razón… porque la tienen. Galicia ha sido desde tiempos ancestrales lugar de cría de ganado, y las fórmulas que rodean a ese proceso hacen que las carnes gallegas sean carnes “de otro nivel”.

El campo y la calidad de la tierra, los agricultores y sus cultivos como el maíz, los ganaderos y su forma de criar al animal con mimo, cómo viven y lo que comen las vacas y los bueyes que acabarán por llegar a nuestros platos… Es ahí donde se esconde el secreto – bien conocido por todos- de las carnes gallegas.

“La calidad nunca es un accidente, siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia”, y si sumamos la inteligencia de nuestros agricultores en el cuidado de los campos, de nuestros ganaderos en la cría de los animales, de unos expertos carniceros dando a las piezas los cortes que marcan la diferencia, el resultado no puede ser menos que perfecto.

Y así lo han reconocido en numerosos restaurantes nacionales e internacionales, donde han declarado a las carnes gallegas como “las mejores del mundo”. Unas carnes que, desde hace más de una década, tienen un apellido, el de Discarlux, la firma que ha llevado a las carnes gallegas a ese “otro nivel”.

Discarlux son José Portas y Carlos Ronda, Carlos Ronda y José Portas, dos socios y amigos conocidos en el mundillo de la carne por gran trabajo que realizan a la hora de buscar el mejor producto. Son auténticos “detectives de la carne”, y recorren miles de rincones de Galicia buscando las mejores vacas y los mejores bueyes, aquellos animales únicos a los que nadie más llega; hablando con ganaderos, con tratantes, con todos aquellos que puedan ofrecerles “lo mejor de lo mejor”, ya que no están dispuestos a ofrecer menos que eso.

Esa cuidadosa selección previa y sus ansias por lograr una calidad superior es lo que ha hecho que Discarlux sea, en la actualidad, una de las empresas de España más importantes de exportación e importación de carnes, y lo que ha llevado a Becogalia a querer trabajar con ellos y a incluir un gran número de sus productos a nuestro catálogo de distribución.

Carnes maduradas en seco entre 20 y 40 días, con diferentes cortes como el Tomahawk, llamado así por su parecido a las hachas que llevaban las tribus indias; o el T Bone, una carne que surge de un corte transversal al lomo, y que ofrece dos texturas y sabores distintos separados por un hueso, el lomo bajo, más terso y sabroso, y el solomillo, más tierno y sutil.

Y los clásicos… chuletones y entrecots, cortes por excelencia de los maestros asadores, que nacen de animales adquiridos y seleccionados en mataderos, explotaciones y casas particulares gallegas, y se someten a un cuidado proceso de maduración en seco de entre 20 y 40 días. Se trata de una curación que permite que se destensen las fibras musculares, rompiéndose y ofreciéndole a la carne una ternura inigualable.

¿Buscas el mejor vacuno mayor seleccionado para llevártelo directo a la mesa de tu casa o tu negocio? No dudes en consultarnos. Tenemos Discarlux, tenemos justo lo que estás buscando.

EL FISTERRA BOVINE WORLD, EL GRAN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE DISCARLUX

Además de encontrar y distribuir las mejores carnes de España, Discarlux tiene en marcha una de las investigaciones más atractivas que se han puesto en marcha en el sector. Se trata del Fisterra Bovine World, puesto en marcha para tratar de averiguar cómo afecta en la calidad de la carne de distintas razas la alimentación propia de la ganadería tradicional gallega, así como su entorno y biodiversidad.

Durante 24 meses, Discarlux va a “hermanar” razas bovinas de la máxima pureza, llegadas de todo el mundo, en una finca situada en Trasmonte (Ames). Allí se crían, en la actualidad razas como la Rubia gallega, la Frisona, la Cachena, la Wagyu, la Angus Aberdeen, la Highland, la Arauguesa, la Galloway, la Simmental, la Limiá, la Dexter, la Hereford, la Sayaguesa y la Marronesa.

Todos los animales recibirán los mismos cuidados bajo el sistema ganadero gallego, con la misma alimentación basada en silos de maíz, pastos y hierbas frescas; y vivirán en el mismo entorno. Y en un futuro, cuando esta primera parte del proceso finalice, contrastados especialistas del sector cárnico, valorarán su sabor, textura y ternura. Todo con el principal objetivo de demostrar si las condiciones que tenemos en Galicia para la cría de animales favorecen la obtención de carnes de primerísimo nivel, tal y como sucede en la actualidad con las razas gallegas.

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